lunes, 19 de agosto de 2013

NY

En estos momentos estoy en la habitación, justo antes de irme a dormir, en Alpharetta, una ciudad pequeña a media hora de Atlanta, en Georgia. Ya empecé el colegio, pero para llegar aquí antes tuve que salir de Vigo, llegar a Santiago donde cogí el vuelo a Madrid, y de ahí volar a Nueva York, donde estuve dos días.
Y aunque yo ya había estado allí un par de veces, esta vez fue diferente. Esta vez sabia que en dos días íbamos a coger aviones para llegar a la que seria nuestra nueva casa durante 10 meses, en mi caso Alpharetta.
Cuando llegamos al aeropuerto de Nueva York, recogimos las maletas sabiendo que nos esperaba una hora de bus hasta el hotel en el que nos íbamos a quedar, que estaba en New Jersey. Para llegar ahí, sin embargo, tuvimos que pasar por Manhattan y una de las personas que nos acompañaban iba indicando donde estaban las cosas. El Empire State estaba precioso, con luces azules.
Luego llegamos y no hubo mucho más, solo recogimos otra vez las maletas, documentación y el número de habitación. Después de eso las más de nueve horas de aeropuertos y aviones hicieron efecto.
Al día siguiente nos habían dicho que teníamos que estar desayunando sobre las ocho (no tienen compasión) así que eso hicimos. Después de una charla común en la que había gente de todos los países, desde china a la república checa, nos dividieron en grupos de unas quince personas para hacer una especie de dinámica de grupos, que al principio no prometía mucho, pero al final no estuvo tan mal, porque luego salimos para hacer un mini tour de Nueva York.
Después de estar media hora en una tienda de regalos, subimos al Empire Etate, que sinceramente, tenia unas vistas preciosas. Incluso el edificio mas feo tenia su encanto desde esa altura. Así que me harte a hacer fotos.

Luego salimos para ir a la estatua de la libertad en barco, y como no, siempre que Carmen va a la Estatua de la Libertad, llueve. Pero igualmente, fue muy bonito y muy divertido.
Después cenamos en un restaurante con buffet del cual no recuerdo el nombre y volvimos al hotel, ya todos reventados. Pero aun nos quedaba otra reunión, en la que nos iban a dar los vuelos del día siguiente, y a la hora a la que teníamos que bajar al vestíbulo. Atlanta esta cerca, pensé. No voy a tener que levantarme a las tres de la mañana, pensé. Pueees no tenia razón. En el billete estaba escrito que, antes de llegar al aeropuerto de Atlanta, Georgia, tenia que pasar por Charlotte, North Carolina. Así que nos levantamos a las tres para estar en el vestíbulo a las 3:45.

Después de dos hora de esperar, bus, controles y desayunar, embarcamos en el avión hacia Charlotte. Llegamos allí sobre las 8, y pensamos que no nos iba a dar tiempo a coger el avión, porque teníamos una hora de conexión. Al final acabamos corriendo muchísimo pero llegando con tiempo.

Así que llegamos a Atlanta. El aeropuerto de Atlanta es uno de los más transitados del mundo, y también muy, muy grande. Así que estuvimos como un cuartos de hora andando para salir porque Blanca no quería coger el autobusito. Pero por fin llegamos y allí me estaba esperando mi host dad, porque las niñas estaban en una presentación del colegio y no habrian podido llegar. Y luego vino el viaje hacia Alpharetta, de unos cuarenta y cinco minutos, que ya contare enla próxima entrada, pero mi primera impresión fue que era súper agradables y de que los diez meses que me quedan aquí van a ser geniales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario